Por Demis Santana

Ciudad Victoria, 28 de octubre del 2020.-La pandemia enfrentó a la humanidad a un encierro que obligó a que advirtiera sus propios límites, y de paso abonó en el terreno literario donde surgieron un sinfín de propuestas, como pasó con el primer libro de poemas de Enrique Jonguitud Blanco.

Asi se concluyó el poemario Los días donde no estamos, con el cual el autor presenta un material evocativo en el que aborda los temas de las ausencias y las distancias.

«La mitad de los poemas de este libro los escribí entre el 2018 y 2019, y la otra mitad los escribí en el 2020, durante la época más dura del confinamiento por la pandemia, y eso influyó de manera directa en el tono del libro», explicó en entrevista.

Jonguitud Blanco aprovechó los días de cuarentena para terminar su proyecto, que inicialmente versaba sobre el fenómeno migrante, y que se fue transformando en un concepto más amplio.

«En el proceso de escribir fue apareciendo la figura del destierro y de manera recurrente surgió el desierto, como una gran metáfora de la soledad», relató.

Aunque el autor pasó de la dramaturgia y de la narrativa a la poesía, el salto le dio buenos resultados y prueba de ello se puede ver en los 65 poemas de su libro.

«Los días donde no estamos se refiere precisamente a las emociones que emergen de las ausencias físicas, materiales o emocionales, a las que todos nos enfrentamos en diferentes momentos de la vida», dijo el autor.

Jonguitud Blanco consideró que en los terribles días de la pandemia muchos voltearon a ver la cultura como un válvula de escape de la dura realidad.

«La cultura probó su valía para ayudar a digerir lo que nos estaba sucediendo y se revaloraron las aportaciones que los creadores hacemos a la sociedad», estimó.

El escritor señaló que en ese sentido, la poesía «le entrega al lector una posibilidad de establecer un diálogo y reconocerse a través de una profunda reflexión en las letras»

Finalmente el autor señaló «la poesía nos permite explorar el lenguaje y  las emociones. La poesía nos entrega una visión alterna de la realidad y nos potencializa como una sociedad que se cuestiona los grandes temas sin intentar hacerse a un lado».